El gobierno holandés anunció la pasada semana que las aguas que rodean a Bonaire y Saba en el mar del Caribe se convertirán en santuarios de tiburones, por lo que el Secretario de Estado holandés de Asuntos Económicos Sharon Dijksma, dio a conocer los planes del santuario el pasado fin de semana en la Cuidad de Kralendijk, capital de Bonaire, y en Fort Bay en Saba.

Las declaraciones se produjeron en respuesta a las cartas oficiales escritas a principios de este año 2015 por los gobernadores de las dos islas en apoyo de la protección de tiburones en sus aguas. "Las reservas nos enseñarán más sobre el importante papel que desempeñan los tiburones en el ecosistema marino", indico Dijksma, que agrego lo siguiente: "Este conocimiento contribuirá a la mejor protección de los tiburones".

Los santuarios cubrirán zonas económicas exclusivas de las islas y una vez que su aplicación sea una realidad, toda la pesca comercial de tiburones estará prohibida hasta 200 millas náuticas de cada isla, un total de 22,382 kilómetros cuadrados (8.816 millas cuadradas). Estas acciones lograran establecer santuarios de tiburones 11 y 12 del mundo. Ambos también incluirá protecciones para los mamíferos marinos y se conocen colectivamente como Yarari. Reglamento se pasarán en los próximos meses para iniciar la ejecución de los dos santuarios de tiburones.

A nivel mundial, se estima que 100 millones de tiburones mueren cada año en la pesca comercial, mientras que casi el 30 por ciento de todas las especies de tiburones conocidas evaluados por científicos están amenazadas de extinción. Esta declaración protegerá unas 27 especies de tiburones que se encuentran en las aguas del Caribe holandés. Entre las personas amenazadas y en peligro se tiburón martillo y tiburones de arrecife del Caribe.