Reacciones en la web por fotos de Mako y sus captores
29 abril 2014 Dos pescadores poco escrupulosos, una especie protegida y una foto de la captura subida a internet son los ingredientes perfectos para que se cree un escándalo en las redes. La historia, contada de una manera muy resumida, es la siguiente: una pareja de pescadores capturaron un Mako (Isurus oxyrinchus), un tiburón protegido. En lugar de liberarlo, decidieron quedárselo. No tenían idea de hacer mucha publicidad, pero de camino a casa tuvieron que parar a repostar gasolina. Y ahí fue cuando un ciudadano tomó una foto, que acabó en internet y ha provocado un encendido debate en las redes sociales.

Como suele ocurrir, la historia es un poco más complicada de lo que parece a primera vista. Los dos pescadores, los primos Ernie y Joey Polk, se encontraban haciendo pesca nocturna. En principio, cumpliendo con todas las normas y regulaciones al respecto. Hasta que algo que no esperaban cayó en sus manos.

Se trataba de un Mako, un tiburón de la familia del tiburón blanco, los lámnidos. A este escualo se le conoce también como tiburón mako o tiburón de aleta corta. Y por su situación, está incluido en la lista de especies protegidas. Estos animales pueden ser pescados, siempre y cuando vuelvan a ser soltados inmediatamente. Se los captura, se mide su longitud y se calcula su peso, y son devueltos al mar.

Sólo que, en este caso, los pescadores decidieron que el animal estaba demasiado cansado como para poder volver a su hábitat natural por sus propios medios. Así que, si iba a morir tratando de volver a alta mar, ¿por qué no quedárselo?

Los primos Polk subieron al animal a su coche, una camioneta pick-up, y trataron de pasar desapercibidos. Lo que resulta bastante complicado cuando llevas un tiburón de tres metros en la parte de detrás, todo sea dicho. Y más aún si te quedas sin combustible y paras a echar gasolina.

Mientras repostaban, un cliente de la estación de servicio vio el tremendo ejemplar y decidió fotografiarlo y subirlo a internet. De hecho, la envió a un periódico local, el Pensacola News Journal, que la publicó en su página de Facebook.

Y ocurrió lo previsible. Se desató un debate entre quienes consideraban que los pescadores habían sido poco escrupulosos y quienes defendían su actitud. La imagen llegó a hacerse viral, y ante el tráfico de visitas que provocó, el Pensacola News Journal decidió darles la palabra a los primos.

Cuando dieron su versión – que no tenían intención de pescar un ejemplar de ninguna especie protegida, y que si se lo quedaron fue únicamente para evitarle un sufrimiento – el debate no se paró precisamente. De hecho, aún se encendió más.

De momento parece que ya ha parado, y que no se ha llegado a ninguna conclusión firme. Pero sí parece curiosa la explicación de evitarle el sufrimiento al animal. Ernie Polk ya cuenta con un trofeo por haber capturado al marrajo más grande de la región, que era menor en tamaño que el que aparece en la foto. Esto ya resulta sospechoso, por mucho que diga que siempre, salvo en contadas excepciones, se rige por las normas y leyes de pesca.

Tampoco ayuda el que la carne de esta especie sea muy apreciada, llegando a pagarse hasta 10 dólares la libra de carne, algo más de 21 dólares por kilo. Y de un animal de 365 kilos se puede sacar mucho dinero.
 
 
 
 
 
 

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